#08 Diario de Viaje - La Ciudad Blanca
Hay lugares que van más allá, que tienen cosas, que te hacen viajar del presente al pasado con apenas caminar. Que tienen magia.
Hay lugares que te atrapan y otros donde te dejas atrapar. Un poco de las dos cosas me pasó en Arequipa. Un lugar donde pasear y vivir lento son algunos de los grandes placeres a disfrutar.
Llego un miércoles a las 6am, un largo día de visita a las líneas de Nazca y posterior autobús nocturno de 8h me precedían. Estoy en la Plaza de Armas, el corazón histórico de la ciudad, y ahí me encuentro con una sencilla y perfecta definición de calma. Prácticamente estoy sola, yo con la monumental Basílica Catedral, con las torres que la flanquean, los arcos que la rodean y las enormes palmeras que adornan el centro de la plaza. Primeros rayos de sol, no hay coches, apenas se mueve un alma, bendición.
“La Ciudad Blanca”, así la llaman y no hay más que darse una pequeña vuelta para entenderlo. ¿El motivo? El sillar, una piedra blanca de origen volcánico, la base de la preciosa arquitectura arequipeña.
Un lugar donde viajar en el tiempo. Innumerables casonas coloniales de inspiración europea dibujan todo el centro. Y el Barrio de Sán Lázaro, zona fundacional de la ciudad, dicen que de inspiración andaluza por completo. Puedo afirmarlo, le da un aire al sur (de España) que tanto quiero.
Arequipa es también tierra de volcanes. Situada a los pies del Volcán Chachani y el Volcán Misti, estos son orgullo y punto de referencia de los lugareños, que dicen además tener con ellos una conexión especial. “Disruptivos, rebeldes y bravos, como un volcán” es la personalidad de los arequipeños, tanto es así que hasta existe una frase popular que repiten como un mantra:
“No en vano se nace al pie de un volcán”.
⚡️ ¿Qué hace especial a esta “tierra de volcanes”?
✨️ Lo mejor
El Cañón del Colca, sin duda. Hice un trekking de 2 días/1 noche y fue LA EXPERIENCIA que no puede faltar. Lo tuvo todo; aventura, naturaleza, convivencia, conexión con la vida en los pueblitos del cañón y, más aún, superación. Fue también un momento de ver y reconocer que a veces (muchas) puedes más de lo que piensas.
Bajar hasta lo más profundo del cañón, mirar hacia arriba y apreciar su inmensidad, dormir en la más absoluta oscuridad, escuchando cómo el río corre al lado de las cabañas, levantarte de madrugada, en plena noche, para empezar la ruta de subida antes de que salga el sol, caminar con el cielo estrellado y la luna iluminando. Ver amanecer mientras caminas, seguir subiendo, empezar a pensar que no puedes más (¿¡cuánto queda!?), mirar para arriba y que cuando parece que ves el fin…¡aún hay más! Pero llegas, llegas de a la cumbre, y la sensación de logro, de satisfacción, de fuerza y orgullo que te inunda es infinita.
✨️ Algo que probar
La Chicha de Jora o Chicha de Guiñapo, depende del lugar, es un tipo de chicha típica de Arequipa. La chicha, en general, es una bebida refrescante a base de maíz típica de distintas partes de latinoamérica, la diferencia es que la chicha de jora/guiñapo se fermenta y contiene alcohol (alegría para el cuerpo).
Y sí, está buena, muy buena, y fresquita.
✨️ Un lugar (voy con 3!)
Claustros de la Compañía, arquitectónicamente este lugar es una auténtica joya. Un conjunto contruído por completo de sillar blanco, repleto de arcos y pilares perfectamente tallados y distintos patios por los que pasear que te envuelven con una majestuosidad única.
Pero el secreto mejor guardado está subiendo las escaleras, donde no solo se tiene una vista estupenda hacia los patios sino, además, te encuentras con un panorama que enmarcar como postal, los volcanes Chachani y Misti lucen al fondo. Aquí hay una cafetería que, lejos de ser un lugar bullicioso y turístico, es una joyita en la que refugiarte admirando el espectáculo.
Y otro de regalo, mi cafetería favorita, Masamama, sobre la que escribí con mucho cariño aquí.
Por último, el mejor rooftop para admirar la estampa volcánica al atardecer y probar su delicioso chocolate y su agradable ambiente: Mi Kcao.
✨️ Una curiosidad
Dice la historia que el Volcán Misti, uno de los más peligrosos de la zona y que sigue en activo, entra en erupción cada 200 años y resulta que justo en estos momentos hace 200 años que ocurrió por última vez! 🤯
Esta es una zona de mucho movimiento sísmico, dónde se han llegado a producir terremotos devastadores, por lo que es una realidad que el pueblo arequipeño, con su fuerza y resiliencia, ha tenido que “resurigir de sus cenizas” en más de una ocasión a lo largo de la historia.
✨️ Lo que no te puedes perder
Probar una Picantería. Las picanterías son restaurantes familiares tradicionales que generalmente han ido pasando de generación en generación con una cocina que combina raíces andinas e hispanas.
En mi caso visité la Picantería Cau Cau II, una de las más típicas y tradicionales (y alejadas), y tengo que decir que me encantó; el trato, la comida, la chicha de jora y la casualidad de que, justo en la mesa delante de mi, surgiese una reunión improvisada en la que un grupo señores y señoras se pusieran, guitarra en mano, a cantar canciones populares. No podía ser más acertado.
Otras dos picanterías reconocidas son: Picantería La Mundial (también clásica y local) y Picantería Victoria (más céntrica y turística).
✨️ Una sensación
No querer irme. O más aún, querer volver antes de irme.
Lo de que Arequipa atrapa no lo decía en broma. Claro que también me suma haber encontrado lugares favoritos. Eso se siente como casa.
✨️ Una frase
“We only have today”
Cada noche se ilumina este letrero de neón en mi hostel. No le echo mucha cuenta, la verdad. Tengo que reconocer que no es muy de mi estilo. Pero ahora mientras escribo esto la tengo de frente, está apagada y me pregunto:
¿Y qué es hoy? Pues la única certeza que podemos tener.
¡Así que a disfrutarla!
Carmen.
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Que hemosa y tips maravillosas!